El italiano Gaspare Marulli (36) vive en Alemania desde enero de 2012. Como su amplia experiencia profesional se tuvo en cuenta en el procedimiento de homologación, obtuvo la homologación total como mecánico industrial directamente.
Mi historia
„Para mí, la homologación supone tener más posibilidades en el mercado laboral.“
En enero de 2012, cuando Gaspare Marulli llegó a Hamburgo, no era del todo extranjero. “Mi mujer es alemana y vivía aquí, por lo que ya conocía Alemania de visitarla”, relata este italiano. Como para su mujer habría sido complicado encontrar trabajo en Italia y la situación económica de su país estaba empeorando, el matrimonio decidió establecer su residencia familiar en Alemania, y Gaspare Marulli se atrevió a empezar de cero en este país.
Después de realizar un curso de integración de tres meses y mejorar notablemente su nivel de alemán, Gaspare, de 36 años, no tuvo que buscar trabajo mucho tiempo. “Busqué trabajo y enseguida encontré un puesto de mecánico industrial. De hecho, todavía trabajo en esa empresa. Aquí se fabrican envolturas de red, envolturas especiadas y láminas especiadas para la industria cárnica”. Trabaja en la planta de producción de la empresa, donde realiza, por ejemplo, el mantenimiento de las máquinas. “Tuve suerte de que mi empleador concediera más valor a mis capacidades que a mis conocimientos de alemán”, afirma el italiano.
La profesión de mecánico industrial no está regulada en Alemania. Por tanto, la decisión de contratar a un empleado sin homologación oficial recaía sobre el empleador. Sin embargo, para poder presentar una cualificación oficial ante un posible futuro empleador, Gaspare Marulli presentó una solicitud de homologación. “De todos modos quería la homologación para tener una garantía. En Italia, la formación profesional no es tan especializada como en Alemania. Por suerte, en el procedimiento de homologación también se tiene en cuenta la experiencia profesional, por lo que no tuve que participar en otros programas y obtuve la homologación total como mecánico industrial”, relata Gaspare Marulli, que en su país de origen ya contaba con más de 10 años de experiencia en su profesión.
Este italiano obtuvo ayuda y asesoramiento competentes de la institución Diakonie Hamburg - Zentrale Anlaufstelle Anerkennung (ZAA) y de la oficina de asesoramiento sobre homologaciones de la Cámara de artesanos de Hamburgo. “Aunque esas ni siquiera eran las oficinas competentes para presentar la solicitud”, ríe Marulli. Cuando encontró la autoridad competente, la IHK FOSA, comenzó a reunir los documentos necesarios. “Tuve que pedir todos los documentos de Italia y traducirlos. Fue bastante complicado”. Después de obtener la homologación , Gaspare Marulli fue ascendido a capataz. “Mi jefe está muy satisfecho con mi trabajo. Con la homologación, ahora estoy oficialmente al mismo nivel que los demás”.
La entrevista con Gaspare Marulli se produjo en septiembre de 2014.
Mi procedimiento en resumen
- En Italia, Gaspare Marulli cursa una formación profesional en Mecánica Industrial. Trabaja más de 10 años en su profesión.
- En 2012, se traslada a Alemania, donde vive su esposa. Aquí realiza un curso de integración de tres meses y mejora sus conocimientos de alemán.
- Aunque no tiene la homologación, Gaspare Marulli encuentra un empleo en una empresa cárnica. No obstante, quiere una confirmación oficial de su cualificación profesional.
- Se beneficia del asesoramiento sobre homologaciones de la Cámara de Artesanos y la Red IQ de Hamburgo. Después, solicita la homologación como mecánico industrial de la IHK FOSA.
- Como Gaspare Marulli tiene más de 10 años de experiencia profesional, obtiene la homologación como mecánico industrial directamente.
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