Después de estudiar administración de empresas en Colombia, Daniela Koch vino a Alemania. Aquí realizó una evaluación de certificados y conoció a su marido. Hoy regenta una cafetería con él en Hamburgo.
Mi historia
„Para mí, la homologación supone respeto por mi persona y por lo que he aprendido.“
La colombiana Daniela Koch llevaba tiempo deseando obtener experiencia en el extranjero. Tiene un abuelo alemán, un nombre alemán, un pasaporte alemán... Además de una hermana que vive en Alemania desde hace 10 años. ¿Qué podría ser más natural que emigrar a Alemania?
En octubre de 2012 Daniela Koch hizo realidad su sueño y vino a Alemania. Anteriormente, había completado sus estudios en Administración de empresas y realizó unas prácticas en la Cámara de comercio. Además, tenía un plan: al principio quería aprender más el idioma y entender mejor la cultura alemana. A continuación, haría evaluar sus titulaciones. Y finalmente deseaba encontrar un trabajo o continuar sus estudios. Una cosa detrás de la otra, paso a paso. Y así procedió, con determinación, en su nueva ciudad adoptiva en Hamburgo. Daniela Koch asistió a cursos de alemán hasta alcanzar el nivel C1 y luego hizo traducir y certificar sus titulaciones. Gracias a su hermana en Alemania, estaba familiarizada con el procedimiento de evaluación de certificados. Además, se había informado por Internet y a través de conocidos a los que podía acudir en Alemania.
La Oficina central de homologaciones (ZAA) de la Obra Diacónica de Hamburgo explicó a Daniela Koch qué hacer a continuación. Presentó sus documentos a la Oficina central de educación para extranjeros (ZAB) para una evaluación de certificados. Fue todo un éxito. El título universitario colombiano fue clasificado entre una licenciatura y un máster alemanes. Aprovechó el tiempo hasta que llegó el resultado de la evaluación de certificados para trabajar en distintos empleos. No coincidían exactamente con sus habilidades profesionales, pero le dejaban tiempo para otras cosas. Pudo seguir progresando en su curso de idiomas e incluso estudiar un semestre en la Universidad de Hamburgo. Durante este tiempo, Daniela, ahora de 31 años, trabajó como personal de servicio en varios cafés. Su actual esposo Matías León también trabajó en uno de ellos. Los dos se habían conocido en el curso de idiomas. Se enamoraron y desarrollaron un plan de negocios: «Nuestro sueño era abrir nuestra propia cafetería. Luego Matías obtuvo la homologación como maestro confitero. Esta era nuestra oportunidad».
¡Dicho y hecho! Como economista de empresa, a Daniela Koch le resultó fácil elaborar e implementar un plan de negocios. Hoy en día la cafetería funciona con éxito. Allí, su marido es el principal responsable de la oferta gastronómica. Daniela Koch se encarga del marketing, del personal, de las cifras y del desarrollo del negocio. Echando la vista atrás, está contenta de haber tenido la paciencia de realizar la evaluación de certificados: «La evaluación de certificados me aportó confianza en mí misma y seguridad. Lo que aprendí durante mis estudios goza de respeto en Alemania. Y eso era muy importante para mis planes futuros. El esfuerzo valió la pena».
La conversación con Daniela Koch tuvo lugar en febrero de 2019. La Oficina central de educación para extranjeros (ZAB) llevó a cabo la evaluación de certificados. Durante el procedimiento, la asesoró la Oficina central de homologaciones (ZAA) de la Obra Diacónica de Hamburgo.
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Mi homologación profesional es un triunfo porque ahora tengo mi propia pastelería junto con mi esposa.
Soy Matías León. Soy de Chile.
Estudié gastronomía internacional. Ahora soy maestro confitero homologado en Alemania.
Soy Daniela Koch. Soy de Colombia.
Conocí a Matías, mi marido, en un curso de alemán.
Mi titulación colombiana en administración de empresas está homologado en Alemania.
En el café, me encargo de la administración.
Bienvenidos a Elisa, nuestra pastelería.
La única razón por la que pudimos abrir el café fue obtener el certificado de maestro confitero.
Y yo pude aportar mis conocimientos empresariales.
Siempre me ha gustado conocer cosas nuevas.
Tener un tío aquí en Hamburgo me permitió venir a Alemania.
Después me dijeron que aquí podían homologar mi formación.
Tenía casi el nivel de maestría.
Esto me permitió desarrollarme aún más como pastelero.
Para lograr la maestría solo tuve que superar dos exámenes. Fueron superduros , tuve que estudiar mucho, pero al final lo logré. Nuestro propio café, ese era nuestro sueño.
Los preparativos duraron año y medio.
Primero tuvimos que hacer un plan de negocios y encontrar el espacio adecuado.
Mientras tanto, trabajé como confitero.
Abrimos el café en 2017.
Ahora estamos muy contentos.
Haz como nosotros.
Aprende alemán. Sé paciente.
Sé aplicado y solicita la homologación.
Hay muchas ayudas. Aprovéchalas.
Comience su propia historia de éxito y cuéntelo.
Mi procedimiento en resumen
- En Colombia, Daniela Koch realiza su licenciatura en Administración de empresas y unas prácticas en la Cámara de comercio.
- En 2012 hace realidad su sueño y se traslada a Alemania. Aprende alemán y alcanza el nivel C1.
- Daniela Koch encarga la traducción y certificación de sus certificados.. También hace uso de la asesoría de homologaciónen la Obra Diacónica de Hamburgo.
- Solicita la evaluación de certificados de su licenciatura. Sigue aprendiendo alemán, trabaja como personal de servicio y conoce a su marido Matías León hasta que recibe respuesta.
- Después de la homologación de su marido como maestro confitero, Daniela Koch abre un café con él. Allí es la responsable del negocio.
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